jueves, 9 de febrero de 2017

Como decidir el traje adecuado en diez pasos

Como decidir el traje adecuado en diez pasos
 10 cosas que debes tener en cuenta cuando vas a comprar tu primer traje

EL COLOR
Es lo primero en lo que debes pensar. No te vuelvas loco con las experimentaciones, es el primer traje. Por ello, deberás bucear en los básicos, en algo que te sirva para cualquier ocasión, y esta función la tendrá el azul marino. No el eléctrico, no el índigo, el azul marino de toda la vida. Neutro, clásico, sencillo, perfecto para una reunión de mañana o un evento de tarde en el que el dress code exija atuendo cóctel.


Puede que en este momento estés pensando: “¿Y no puede ser negro?”, podría serlo, sí, pero quizá te confundan con los camareros.


PARA QUE LO QUIERO
Una vez te encuentres en el nivel experto de sastrería, comprenderás que no es lo mismo un traje azul marino para el día y para la noche, y esos matices los aportan los tejidos en los que se confeccionan. Para seguir con nuestras buenas intenciones, y teniendo en cuenta que hablamos del primer traje, optaremos por algo más business, es decir, orientado al día y que sea extensible a la noche (sin ser específicamente de noche).

El truco para diferenciar ambas ocasiones sin meternos en muchos detalles es fijarse en el brillo de la tela. Tus mejores amigos serán los colores mate, el resto, descártalos por ahora.

CUNTOS BOTONES DEBEN TENER
No te vengas arriba todavía y suelta esa chaqueta cruzada, estamos hablando de botonaduras sencillas, de básicos. La eterna preguntas es, ¿dos o tres botones? Siempre dos, es la apuesta segura, puesto que crean una mayor abertura en la parte superior de la americana, dando más aire al look (lo que favorecerá las proporciones de los más bajitos).

*Las chaquetas de tres botones están más orientas a personas algo más altas y de troncos más largos, porque cierran más la chaqueta. Es por eso que se reduce la visibilidad de la camisa y se crea un efecto visual más contundente.

DONDE DEBE CAER EL PRIMER BOTON

No solo es cuestión de elegir el número de botones para guardar las proporciones, sino de saber colocarlos. Una abertura demasiado grande en la parte superior hará que parezca que el traje es demasiado grande, aunque lo lleves perfectamente encajado de hombros y con el largo de mangas correcto.

Toma de referencia el primer botón (el que abrocharás, el otro debe quedar suelto), deberá caer justo por encima del ombligo. Justo sobre este o por debajo, rebasará los límites de las buena proporciones.

LA TALLA
Esta es una de las dudas más frecuentes. Los trajes no van tallados según la nomenclatura S, M, L, y sucesivos, sino por número, que se extienden del 46 en adelante. Y aquí es donde comienzan los titubeos. Todo es cuestión de probarse sin miedo. ¿Cómo saber cuál es la correcta? Fíjate en los hombros, concretamente en la costura de unión de la manga con el cuerpo de la chaqueta. Ahora, coloca tu mano en la parte más externa del hombro contrario. Traza una línea vertical hacia arriba. Justo ahí, en la articulación del hombro, deberás encontrarte con esa costura de la que hablábamos. Si ésta se encuentra más dentro del hombro o más allá de esta línea imaginaria, el traje será más pequeño o más grande, respectivamente.


EL LARGO DE LAS MANGAS
Una vez hayas fijado cuál es tu talla de chaqueta gracias a los hombros, presta atención a las mangas, que deberán terminar justo en el hueso más sobresaliente de a muñeca. Si no es así, arréglalo para tener un acabado perfecto.

EL LARGO DE LA AMERICANA
Estira el brazo hacia abajo y cierra el puño. Donde este acaba, será donde debe terminar la americana. Es cierto que algunas firmas han apostado por diseños más cortos o más largos, dependiendo de su estética, pero las reglas tradicionales de sastrería indican que “la medida del puño” es la correcta; y como buscamos un traje básico, deberíamos atenderlas.

EL FIT
Con esto nos referimos al ajuste del traje. No todos los cortes son iguales, dependiendo de cuál elijamos iremos más ceñidos o más holgados. Según los nuevos cánones, el slim fit manda, aunque es el fit más complicado, puesto que podemos caer en ir demasiado apretados.

Para asegurarte de que es la talla correcta, además de en los hombros, fíjate en que al abrochar la chaqueta, las solapas no se abren hacia los lados y alrededor del botón no se hacen una arrugas a modo de “patas de gallo”. Si aun así no estás muy seguro de estar acertando, comprueba que puedes moverte y, sobre todo, respirar dentro de la chaqueta.


LA SOLAPA
En los últimos tiempos, los solapas han tendido a estrecharse hasta el límite según la tendencia skinny. En lo que no solemos reparar es en que esta solapa extrema se creó para guardar las proporciones en esta nueva silueta: cuanto más estrecha es la solapa, más amplia parecerá la espalda. Un truco visual perfecto.

En la actualidad, sin embargo, podemos encontrar un amplio rango de solapas. Si eres de hombros estrechos, opta por la estrecha, y viceversa. En caso de duda, la estándar es la que nunca falla.

EL PANTALON
Esto no sería un traje si no tuviera al menos dos piezas. Una vez has dado con la americana correcta, vamos a por el pantalón. Ten en cuenta los siguientes puntos.

- La talla. De nuevo, cuidado con el slim fit. Pitillo no quiere decir embutido. Si los bolsillos se te abren hacia los lados en forma de pico, las costuras se estiran hasta llorar y el resultado es el de una maya de gimnasio, te queda pequeño. Si, en cambio, te caben tres dedos o  más en la cinturilla, te queda grande.

- La prueba del algodón. Puede que hayas seguido las directrices del punto anterior y que hayas encontrado tu talla, pero aquí llega la prueba definitiva. Ponte el pantalón y abróchalo. Ahora, agáchate flexionando las rodillas (hasta tocar gemelo con la parte posterior del muslo). Aguanta dos segundos abajo. Si estás cómodo, es tu talla.

- Los bajos. Despreocúpate de ellos hasta haber encontrado tu talla. Una vez hayas dados con ella, recoge el bajo del pantalón hasta que éste roce el inicio del zapato.


FUENTE:GQ





No hay comentarios:

Publicar un comentario